La medida busca evitar que regresen a un punto donde reinaba la anarquía
Jonathan Maldonado
Decenas de vallas fueron usadas para bordear las áreas donde comúnmente se instalaban los vendedores informales en La Parada, corregimiento colombiano.
La Policía de Colombia continúa con los intensos operativos de seguridad en la zona para evitar que las aglomeraciones y la anarquía sigan imperando en el casco central de la localidad.
En las últimas semanas, la ciudadanía manifestaba su incomodidad por el desorden que había en la zona. Los vehículos, con dirección a Venezuela, no podían circular con tranquilidad, pues eran abordados por personas que, además de ofrecer servicios de pasajes y demás, se atrevían a proferir amenazas y a cobrar por la cantidad de maletas que la persona llevaba consigo.
Estos escenarios se estaban volviendo muy recurrentes y se habían convertido en la principal preocupación de conductores y usuarios. Aunado, están los constantes asesinatos en el corregimiento, muchos relacionados por el negarse a pagar la llamada «vacuna».
Desde el pasado 16 de marzo y hasta la actualidad, se ha notado mayor presencia de funcionarios de la policía, una petición que se hacía con mucho énfasis por parte de quienes recorren a diario La Parada.
Los vendedores informales fueron reubicados en puntos donde no hay tanto tráfico y donde las aglomeraciones no son tan rutinarias.