Los impuestos es otra arista que, en la actualidad, golpea a un empresario que no termina de despegar
Jonathan Maldonado
La presidenta de la Cámara de Comercio en San Antonio del Táchira, Isabel Castillo, elevó las quejas de varios comerciantes e industriales de la frontera, quienes ven injustos los incrementos que se han venido registrando en torno a las tarifas de los recibos del servicio de agua potable.
Castillo precisó que en los últimos cuatros meses, los recibos han llegado con aumentos de hasta 1.000 %, lo que perjudica a los pocos negocios que se mantienen activos; incluso hay quienes no tienen el local o servicio que prestaban en funcionamiento, pero igual deben seguir pagando los recibos y, en estos casos, con consumos casi nulos.
“De 30 bolívares ha pasado a 300”, ejemplificó mientras dejaba claro que la emisión de las quejas ha sido de parte de todos los sectores. “Estamos solicitando en nombre de las empresas una reconsideración frente a este aumento que hubo de los servicios públicos, y en especial del agua”, enfatizó.
La representante de los comerciantes e industriales de la Villa Heroica, recordó que, pese al ascenso en los precios de la tarifas, la calidad del agua es pésima, “no es consumible y es un problema de gran envergadura, motivo por el que les solicitamos a las autoridades competentes que nos solventen este problema lo más pronto posible”.
Otra arista que expuso fue la poca frecuencia con la que llega el servicio. A veces, pasan ocho días sin aparecer el agua por los grifos, otras veces transcurren 15 días y hay casos donde la demora ha sido de un mes o más. “Lo que están buscando con esto es que haya más corrupción y que la gente sea insolvente”, recalcó.
Algunos sectores, como el hotelero, estaciones de servicio e industriales han acudido a la sede de Hidrosuroeste, en el municipio Bolívar, con documento en mano, y en el que solicitan que reconsidere las altas tarifas, sin recibir, hasta la fecha, respuesta por parte de los encargados, prosiguió Castillo.
“Venimos arrastrando una serie de dificultades que, en estos momentos, no están acorde con la realidad fronteriza. Por lo menos, esos pagos se podrían hacer, pero no en estos instantes, ya que nos encontramos en una coyuntura y apenas nos estamos reactivando. No estamos en condiciones de cumplir con esos pagos, por eso solicitamos a las autoridades competentes que reconsideren los altos montos de las tarifas”, reiteró.
“No hemos visto lo que esperábamos”
Para Isabel Castillo, el repunte del comercio y de la industria en el municipio Bolívar, tras la reapertura comercial binacional, el pasado 26 de septiembre, ha sido lento, “no ha sido lo que esperábamos”, pues la soledad sigue reinando en un casco central que no termina por recuperar el dinamismo de antaño.
El título de la frontera más viva de Latinoamérica, como se le conocía hace más de siete años, antes del cierre, no ha regresado y faltan, a su juicio, muchas aristas que se concreten, como el caso del paso de vehículos particulares y de transporte público, el cual ya tiene fecha para el 1° de enero de 2023. “No pueden echarse para atrás”, dijo.
Aun así, ve aspectos positivos, ya que el solo hecho de que estén pasando gandolas con mercancías por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, es un avance.
“Esperamos que para el mes de diciembre nuestros comerciantes puedan tener incremento en sus ventas”, acotó quien estima que el repunte en los últimos meses raya, apenas, en 20 %.
En este sentido, aprovechó la oportunidad para conminar a la alcaldesa Sandra Sánchez, con quien ya ha sostenido reuniones, a reconsiderar el pago de impuestos, pues los actuales montos no se ajustan a una realidad que sigue golpeando al reducido sector productivo que ha resistido a siete años de cierre.