Comerciantes de la frontera se sienten asfixiados ante los elevados montos de los últimos recibos emitidos por Hidrosuroeste en los pocos establecimientos que continúan abiertos en el municipio Bolívar.
«El último recibo llegó en 2.524, 30 bolívares», resaltó uno de los dueños de un negocio que mantiene sus santamarías abiertas cerca a la avenida Venezuela, en San Antonio del Táchira.
Recientemente, el sector hotelero también había alertado sobre el golpe que representa para ellos el tener que pagar precios tan elevados en los recibos del agua.
Pese a las denuncias que se han hecho y a los comunicados que se han llevado por separado a la institución, los recibos, en vez de ser reajustados a la realidad que viven los comercios en frontera, continúan en ascenso.
«Pareciera que nos quieren asfixiar», reiteraron los representantes del comercio en la zona, pues recordaron que San Antonio del Táchira mantiene una imagen desolada; llegan muy pocos clientes.
«En el caso de mi hotel, la mayoría de llaves están colgadas, pues no entran usuarios», manifestó uno de los dueños de los 25 hoteles que aún permanecen activos en la jurisdicción.
El sector comercio asegura que no está en condiciones para pagar los montos actuales de Hidrosuroeste, razón por la que hacen un llamado al gobernador Freddy Bernal y a la alcaldesa Sandra Sánchez para que se pronuncien frente a este escenario.
Además, resaltaron que el servicio del agua sigue siendo pésimo. «Llega cada 15 días o una vez al mes», especificaron.
Jonathan Maldonado