En las últimas semanas se han incrementado las ventas ambulantes de productos colombianos en distintos puntos de San Cristóbal.
Cualquier rincón, por muy pequeño que sea, es habilitado para exponer este tipo de mercancía, exigida por un número importante de tachirenses.
La única condición que se pide para comprar es que se tengan pesos en la mano y será de inmediato atendido por el vendedor.
En el centro de San Cristóbal, en las últimas semanas, este tipo de comercio se consigue en cada cuadra, hecho que de alguna manera quiere decir que tiene sus clientes, es decir, hay demanda, gente que tiene cómo adquirir este tipo de mercancía, pero con moneda colombiana, aunque también venden en bolívares.
En estos espacios se puede adquirir de todo. Hay harina de maíz, café, harina de trigo, refrescos, champú, galletas, golosinas, aceite, arroz, crema dental, toallas sanitarias, protectores diarios, pañales desechables, afeitadoras, productos que son exigidos por los venezolanos que, teniendo la facilidad o habilidad de conseguir pesos, los adquieren sin mayores problemas.
Uno de los productos más solicitados es el refresco colombiano, el cual es exhibido en la calle, en las esquinas, a cualquier hora del día.
El precio de la “gaseosa”, como le dicen en Colombia, de 2 litros o 2,5 litros, es de 4 mil pesos.
“No es fácil traer la mercancía de Colombia. Primero se tiene que tener dinero, esto quiere decir pesos, pero se hace el sacrificio y se trae porque la gente algo compra, aunque a veces no sale más barato comprar en Cúcuta”, expresó una de las vendedoras que se ubican cerca de la plaza Bolívar, junto a otra venta de verduras, negocios que también han proliferado en el centro de la ciudad, sobre todo en horas de la tarde.
Nancy Porras