La espuma de la discordia – Frontera Plus

La espuma de la discordia

Academia de baile de San Cristóbal se vio en la obligación de retirarse del recorrido


Jonathan Maldonado

En los desfiles del Carnaval Internacional de la Frontera 2023 reinó, como ha sido costumbre en cada edición, el brillo, el color y la creatividad tanto de los hacedores de las carrozas, como de los integrantes de las academias de baile y demás participantes.

 

Sin embargo, el hecho de que grupos de espectadores hayan usado el escenario para echarse espuma en el rostro y demás partes del cuerpo, causó discordia en otros asistentes y en algunos grupos de baile que fueron alcanzados por estas «bromas», calificadas de mal gusto y que no encajan en una actividad cultural de mucho arraigo.

La academia de baile AC Dance de San Cristóbal, rechazó esta acción y lamentó que en el 80% del recorrido, a sus bailarines les lanzaran directamente espuma en el rostro, acción que iba acompañada de burlas y malos tratos.

 

«La integridad de nuestro equipo siempre estará primero, ningún ser humano merece tolerar malas actitudes tales como se presentaron en el 80% del recorrido», precisó el comunicado difundido por la academia.

 

Al igual que los representantes de la academia, ciudadanos que compartían con amigos y familiares, lamentaban que algunos grupos se dedicaran, en diferentes puntos, a echar ese tipo de espuma, lo cual irrespeta a quienes andan en una actitud más cónsona con una actividad de carácter cultural.

 

La academia dejó claro que la alcaldía del municipio Bolívar brindó la logística acordada, «pero tales acciones en contra de nuestra seguridad nos hicieron retirarnos del evento para prevenir males mayores».

 

Otro punto que resaltaron fue la poca presencia policial en puntos donde ameritaba mayor patrullaje. «Toda agrupación merece respeto y los daños ocasionados siempre correrán por cuenta de nosotros. Que lástima que esta población sea poco conocedora del respeto y la cultura», apuntó la escuela de baile.

 

Estas acciones, las de lanzar espuma, recuerdan el comportamiento algo arcaico de los habitantes de frontera antes de la década de 1970, cuando aún no se había institucionalizado el Carnaval, y lo que había eran bromas entre barrios donde lo que imperaba era el lanzarse agua y huevos podridos.

 

Que la crítica, constructiva llame a la reflexión para que se evite en próximas ediciones este tipo de comportamientos que empañan el laborioso trabajo de los organizadores.

 

Quizá, la prohibición de la venta de este tipo de productos sea una opción. No obstante, lo que debe prevalecer es la conciencia ciudadana y la puesta en práctica del respeto, valor fundamental para la sana convivencia. No debe hacer falta un policía atrás para que las cosas funcionen.