La falta de certidumbre castiga la economía colombiana – Frontera Plus

La falta de certidumbre castiga la economía colombiana

El peso colombiano se ha depreciado frente al dólar en los cuatro meses ceca de un 25%, convirtiéndose en una las divisas más devaluadas de América Latina. A este hecho se agrega una inflación acumulada que, según datos del DANE, es la más alta registrada en el siglo XXI, con 11,4%.

Para obtener un análisis de las causas de la depreciación que ha sufrido la moneda colombiana frente al dólar, y hacerse con un panorama de cómo podría cerrar la economía del vecino país este año, La Nación conversó con el economista colombiano César Pabón, Director de Análisis Macroeconómico y Sectorial (DAMS) del centro de investigación económica y social, Fedesarrollo.

—¿Qué factores han impulsado la depreciación del peso?

Hay factores de índole internacional y nacional. En cuanto a los internacionales, sabemos que existe una eventual contracción de la economía estadounidense, que es nuestro principal socio comercial, y además hay una subida de tasas de interés en la mayoría de los países desarrollados y en vía de desarrollo por el ambiente de gran incertidumbre, cuyos pronósticos desalentadores generan presión hacia el alza del peso. Pero también juega un rol muy importante los factores nacionales. De hecho, en Fedesarrollo hicimos una comparación de la depreciación que se viene evidenciando desde el primero de junio y muestra que la inflación de Colombia es muy superior, al menos en los últimos dos a tres meses, que la de los demás países de la región.

Igualmente el especialista dice que esto puede ser consecuencia de una incertidumbre en temas estratégicos, como por ejemplo la reforma tributaria, que, si bien en gran medida estamos de acuerdo con varias de sus recomendaciones, no es claro en qué se van a gastar los ingresos adicionales que se consigan.

“Por ello en Fedesarrollo aducimos que gran parte de este aumento de la presión de riesgo es de tipo fiscal. Colombia lleva desde estos últimos dos años después de la pandemia, aumentando el gasto en más de 10 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), sin haber realizado un ajuste de sus cuentas fiscales, lo que creemos le está cobrando cuentas al país”.

Por supuesto, la reforma fiscal en esa medida es importante porque busca aumentar los ingresos para tener una balanza fiscal sana. Sin embargo, no hay certeza en qué se va a gastar el dinero y es fundamental que gran parte de esos recursos se destinaran a aliviar un poco el déficit fiscal y con ello mejorar la percepción global.

Creo que las calificadoras están viendo esto como un tema muy alarmante, y hay que agregar la incertidumbre que existe en sectores claves como el minero – energético, donde se está hablando que en el mediano plazo no habrá renovación de contratos, hecho que tiene un impacto en la economía, en vista de que casi el 40% de las exportaciones del país provienen de estos sectores.

Por consiguiente, la falta de certidumbre frente a lo que va a pasar en el campo minero – energético y el agregado de que la reforma tributaria maneja varios nuevos impuestos sobre el mismo, hace que financieramente no sea viable ejecutar proyectos, aumentando el riego país que termina castigando al peso colombiano.

—¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento y de aumento de precios para el cierre de año?

Nuestra proyección de crecimiento en Fedesarrollo es 6,5% al cierre del año, esto representa un aumento de un punto porcentual frente a lo que estábamos esperando hace unos meses. No obstante, se ubica todavía por debajo de proyecciones recientes como la del Fondo Monetario Internacional (FMI), la del Banco de la República o del Ministerio de Hacienda.

Puede que la desaceleración de la economía se marque en el último trimestre, sin embrago, se maneja también una corrección del crecimiento a un nivel cercano al 7% y 7,3%.

En cuanto al aumento de precios para el cierre del año, que lleva varios meses dando sorpresas al alza, nuestra encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo espera que el crecimiento de la inflación se desacelere en base a la subida de tasas de interés del Banco de la República.

Actualmente la tasa está en 10 puntos, y según la encuesta de opinión financiera, podría cerrar el año en torno al 11% y 11,5%, lo que afectaría el consumo y en esa medida haría que se contraiga esta mayor demanda que se ha generado.

Por ende, estimamos que la inflación cerrará en 11,4%, que es similar a lo que venimos viendo, y que implicaría una desaceleración, siempre y cuando mantenga el ritmo al que está, sin sorpresas al alza.

—¿Cómo va a afectar a Colombia la recesión global pronosticada para 2023?

En particular el FMI prevé que nuestros principales socios comerciales que son EE. UU, la Unión Europea, China, y los países de América Latina, que pueden estar concentrando cerca del 80% nuestras exportaciones, van a presentar una desaceleración e incluso una recesión el próximo año, lo que tiene repercusiones en la demanda de nuestros bienes exportables y por consiguiente en los ingresos derivados de esta actividad. Así que esperamos que vía comercio internacional haya un impacto negativo en la economía.

Pero a su vez, muy vinculado al primer punto, que es la incertidumbre generada en el país, hay otros tipos de impactos negativos, como, por ejemplo, el hecho de que los poseedores de activos prefieren ir a mercados más seguros como el estadounidense, haciendo que Colombia deje de recibir inversión en portafolio e inversión directa.

Además, se espera que la apreciación del dólar se mantenga en un nivel alto, lo que representa una pérdida de competitividad, y en esa medida habrá otros canales como los financieros, los de tipos de cambio, que afectarán la actividad económica y el consumo de los colombianos.

La recesión estimada por el FMI en el mundo tendrá un gran impacto en la economía colombiana.

Diego Mendoza / pasante de Comunicación social