Con un pequeña sombrilla sujeta a su cabeza para protegerse del sol abrasador de la frontera, Carmen Cañas, iba limpiando, con pala en mano, cada uno de los espacios del puente internacional Tienditas.
Cañas, al igual que otros 200 trabajadores, lleva casi un mes en el tramo binacional, cumpliendo con la titánica tarea de dejar todo listo para el 1 de enero, día previsto para la reapertura total de frontera.
Como habitante del estado Táchira, específicamente de Capacho, celebra que, en pocas días, empiecen a pasar carros de todo tiempo por los pasos formales que conectan al estado andino con Norte de Santander, en Colombia.
» Le hemos echado ganas para tener la vía libre», resaltó la mujer, mientras insistía en la importancia de volver a ver, tras siete años bloqueados, el paso de vehículos particulares y de transporte público por los tramos binacionales.
El puente Tienditas no ha sido inaugurado aún. Se espera que arrancando 2023 la estructura entre en funcionamiento y sea estrenada por ambos países. Jonathan Maldonado