El alto costo de los servicios públicos e impuestos es uno de los factores que está incidiendo en el estancanmiento de los comerciantes, según Gómez
Jonathan Maldonado
A casi seis meses de la reapertura progresiva de la frontera aún continúa sín reactivarse el dinamismo económico – comercial del eje fronterizo San Antonio del Táchira – Ureña.
De esta premisa parte del analista en temas de frontera, William Gómez, quien enumeró los factores que están incidiendo en el estancamiento de la economía en frontera.
«Como lo he planteando en varias oportunidades, mientras no haya producción nacional para que el comerciante venezolano pueda ofertar esos productos al consumidor o turista colombiano, no habrá motivo alguno para que estas personas crucen a territorio venezolano a realizar compras, como era antes del cierre de 2015», subrayó Gómez.
Recordó que actualmente el inventario o el stock de los productos que se exhiben en los anaqueles, en su mayoría son de origen colombiano, razón por la que no van a venir a adquirir a mayor costo lo que consiguen más barato en su propio país.
Otro de los factores que está influyendo y que no permite el despegue de los pocos comerciantes que aún se mantienen activos en la zona, es el alto costo de los impuestos y servicios públicos.
«Para un comerciante poder mantenerse apegado a ley y de manera formal, debe pagar impuestos nacionales y municipales, estos últimos anclados al Petro y están aumentando de manera constante», resaltó.
Lo mismo, apuntó Gómez, está sucediendo con los servicios públicos. «Un ejemplo es el servicio de agua potable cuya factura mensual está llegando con un aumento aproximado del 1000%, pues de un recibo que meses atrás llegaba calculado sobre los 30 mil pesos, ahora llega desde los 350 mil y hasta el 1 millón de pesos y, aunado a esto, el servicio es deficiente», puntualizó.
El también exalcalde precisó que para un pequeño comerciante poder mantenerse en estos momentos con las santamarías abiertas, debe en promedio generar 600 dólares al mes para el pago de impuestos, alquiler, servicios públicos, gastos administrativos y una persona contratada, sin que le quede ganancias.
Frente a este escenario, el analista en temas de frontera ve viable que se incentiven los sectores de turismo, hotelería y gastronomía, pues «en vista de que no hay producción nacional estos servicios son un gancho para atraer a los consumidores o turistas colombianos».
A modo de colofón, conminó a las autoridades nacionales, regionales y municipales a acompañar a los empresarios de estas áreas: turismo, hotelero y gastronomía con créditos financieros y exoneraciones e incentivos fiscales para que puedan crear nuevos espacios turísticos y renovar e innovar los que ya existen en el estado Táchira.