Vecinos claman la pronta intervención de las autoridades municipales
Jonathan Maldonado
Cenobio Mendoza ha sido testigo del acelerado deterioro de la capa asfáltica en la carrera 5 con calles 1 y 2 del barrio Lagunitas, en San Antonio del Táchira. Con 74 años, lamenta las troneras que adornan actualmente la vía en la que, junto a su hijo, cuida algunos carros.
Desde la cancha, estructura maltrecha que clama por una restauración, hasta la entrada al Centro de Diagnóstico Integral (CDI), hay aproximadamente 60 metros de vía prácticamente intransitable. Mendoza lo certifica y, junto a otro residente, precisó que un bote de aguas blancas, el cual ya fue solventado pero se mantuvo por larga data, perjudicó en gran medida la carretera.
A los carros se les hace imposible esquivar el tamaño de estos huecos. Los conductores pasan conscientes de que el vehículo sufrirá el impacto. El agua que se ha acumulado, por las últimas lluvias, los hace más inofensivos y menos profusos «¡Cuidado y le sale un caimán!», bromeó otro habitante mientras se realizaba el registro fotográfico.
Cenobio Mendoza es una gloria del deporte. Así lo definen quienes lo conocen. Su amor por las disciplinas deportivas lo hacen desviar la mirada hacia la cancha del barrio, estructura que amerita inversión. «Parte de las bases están que colapsan por la humedad», señaló, al tiempo que enseñaba las partes carcomidas.
Al septuagenario le preocupan los huecos, pero también el deterioro de la cancha. Cree que las autoridades municipales deberían concentrarse en ambos casos, pues uno dificulta la circulación de carros y motos, mientras el otro no permite el buen desempeño del deporte en el sector referido.
«Ojalá y hagan algo», profirió otro vecino, algo incrédulo, pues el escenario cada día se agudiza y nadie emite respuesta alguna ante las peticiones que ya se han efectuado. «Mire, ahí viene otro carro, fíjese cómo va a caer en los huecos», señaló con la intención de que ese instante quedara capturado en imágenes. «Dicen que van a asfaltar desde Peracal y hasta la aduana; pero, ¿y los barrios, dónde quedan?», inquirió.
Mendoza volvió al tema de la cancha. Puntualizó que a mitad del 2022 se robaron el cableado, algunas personas de tránsito siguen usando el espacio como baño, y los tubos donde se colocaba la malla para jugar voleibol, fueron hurtados.
«Venga y le muestro cómo están los tubos de una de las arquerías, mijo. También están a punto de caerse, ya que las bases están carcomidas. Agáchese y tome la foto», indicó al periodista de La Nación que observaba la escena descrita por el ciudadano.
Justo al frente del CDI las lagunas que se forman, además de perjudicar el tránsito, es un criadero de zancudos. En la zona hay muchos niños y ancianos y la salubridad, por lo visto, no es la más adecuada. «Es lamentable que en todo el frente de un CDI haya esa cantidad de huecos», resaltaron los habitantes del barrio Lagunitas.
La denuncia de los habitantes se hace visible una vez más por este medio. Esperan que la respuesta sea oportuna y rápida.
