A Salas, siempre lo acompaña Sami, su perrita
Jonathan Maldonado
A Carlos Salas, silletero de la frontera, es común verlo atravesar el puente internacional Simón Bolívar en compañía de su perrita, Sami.
Cuando Salas no lleva clientes, Sami ocupa la silla de ruedas. «Si el vehículo está ocupado, ella se acomoda en el bolso que cargo», precisó mientras cruzaba el paso formal, con dirección al corregimiento de La Parada, en Colombia.
El trabajo para el ciudadano venezolano, oriundo de Maracay, estado Aragua, ha bajado raudamente a raíz de la reapertura de la frontera. «Voy a tener que agarrar otro rumbo, aquí no se está haciendo nada, nos quedamos sin trabajo», acotó.
Con más de un lustro entre San Antonio del Táchira y La Parada, Salas solía laborar con su esposa, quien ofrecía el mismo servicio por el puente internacional. «Ella está haciendo otra cosa, ya esto no da», dijo.
Su oficio informal emergió con el cierre de frontera. «Estamos conscientes que con una frontera abierta, nosotros no tenemos chance», enfatizó, quien otrora (pasado reciente) solía hacer al día entre seis a siete viajes; en la actualidad, no pasa de uno. «A veces me voy sin nada», subrayó.
Salas llegó cuando la frontera estaba cerrada. No había conocido el escenario de antes de agosto de 2015, momento en el que lo formal reinaba en una zona pujante y con grandes oportunidades para el comercio y la industria.
«Lo que vemos pasar son carros y motos, ya que el proceso de recuperación va muy lento, la gente lo dice, no es como antes», indicó al hacer referencia de lo formal, área que sigue estancada.
Tanto el ciudadano, como su esposa y Sami, están preparados para despedirse de una frontera que ha ido registrando virajes en los últimos seis meses con la reactivación gradual de los pasos formales. Está agradecido por lo vivido y experimentado en cinco años.
Se estima que más de 1.000 informales, entre silleteros, carretilleros y carrucheros, trabajaban entre el municipio Bolívar y el de Villa del Rosario. «Muchos ya se han ido», subrayó a modo de colofón.