Surtir gasolina en La Parada: una opción más práctica y viable para muchos venezolanos – Frontera Plus

Surtir gasolina en La Parada: una opción más práctica y viable para muchos venezolanos

El galón, 3.8 litros, sale en 9.770 pesos


Jonathan Maldonado

 

La opción de ir a La Parada, corregimiento colombiano, a surtir de gasolina, se está haciendo cada días más frecuente para muchos conductores venezolanos.

 

La estación de servicio está ubicada a escasos metros del puente internacional Simón Bolívar, lado del vecino país. Incluso, desde el tramo binacional se pueden divisar las instalaciones.

 

«Ahí no hay que estar pensando en el número de placa y sale hasta más económico que ir a una estación de servicio en San Antonio del Táchira», aseguró un mototaxista consultado por el equipo reporteril de La Nación.

 

El ciudadano puede abastecerse del carburante las veces que quiera y a cualquier hora. En las ‘bombas’ del municipio Bolívar — hay solo dos activas a precio internacional –, el litro sale en 2.500 pesos, y hay días en los que no abren porque no arriban camiones cisternas.

 

Los cuatro litros en una estación de servicio de San Antonio del Táchira, saldrían, aproximadamente, en 10.000 pesos, mientras que el galón en la estación colombiana sale en 9.770 pesos.

 

«Claro, la gasolina subsidiada en las estaciones de Colombia solo dura 15 días, a veces un poco más o menos», resaltó el mototaxista al precisar que el resto de días el galón vale 11.400 pesos

 

Los precios, compiten aún más con la gasolina que venden los ciudadanos en la calle. Estos puntos informales, en los últimos años, han pululado en la Villa Heroica, como también se le conoce a San Antonio.

 

Los cuatro litros en los tarantines que hay a lo largo de la avenida Venezuela, o en sus calles adyacentes, salen en 15.000 pesos. «Desde que tengo la opción de La Parada, no he vuelto a surtir en San Antonio», remató el mototaxista.

 

El escenario, sin duda, ha afectado a quienes se dedican del lado venezolano a la venta informal del carburante. En esos oficios están inmersos ciudadanos nativos de la frontera y algunos migrantes internos.

 

«Estar pendiente de cuál placa toca y en qué estación, es muy estresante. En La Parada no hay esos límites y la cola fluye rápido», destacó el conductor del vehículo a dos ruedas.

 

Otro factor en el que insistió es en la buena atención. «Nos dan café, si así lo deseamos y no cobran por el servicio de los baños», apuntó.

 

Esta posibilidad de elegir y de tener más alternativas para surtir, se da tras la reactivación de los puentes binacionales para la circulación de vehículos, el pasado 17 de febrero.